Lo que parecía ciencia ficción ya es una realidad tangible. Meta ha presentado oficialmente su dispositivo de entrada más futurista hasta la fecha: una elegante pulsera EMG (electromiografía) capaz de detectar gestos de los dedos mediante la actividad muscular del usuario. Esta innovación tecnológica no requiere cámaras ni movimientos exagerados, sino que traduce las señales eléctricas de los músculos de la muñeca en acciones digitales precisas.
¿Cómo funciona esta tecnología?
La pulsera EMG de Meta utiliza sensores de electromiografía superficial (sEMG) para detectar los impulsos eléctricos que nuestros músculos emiten al mover los dedos, incluso de forma sutil. Gracias a esto, es posible escribir, deslizar, hacer clic o desplazarse por interfaces digitales con simples microgestos, incluso mientras la mano está reposando en el regazo.
Este avance tiene sus raíces en la startup CTRL-Labs, adquirida por Meta en 2019, y cuyo cofundador, Thomas Reardon, continúa liderando el desarrollo de la tecnología. El sistema permite realizar gestos como:
- Escritura aérea de caracteres para introducir texto
- Rotación de la muñeca para controlar un cursor
- Deslizamiento del pulgar sobre el dedo índice
- Toques entre el pulgar y los dedos para simular clics o mantener presionado
Una de las características más innovadoras reveladas en el artículo científico publicado en Nature bajo el título “A generic non-invasive neuromotor interface for human-computer interaction” es que el dispositivo ya puede generalizar su uso sin requerir calibración personalizada, facilitando enormemente su implementación masiva.
Conoce a “Ceres”: el futuro de la interacción digital
Durante el evento Meta Connect 2024, la compañía mostró una versión refinada y casi final del dispositivo, bajo el nombre en clave “Ceres”. Esta pulsera será el complemento ideal para sus próximas gafas de realidad aumentada llamadas Orion, que llegarán al mercado bajo el nombre comercial Celeste (anteriormente conocidas como “Hypernova”).
Según filtraciones de los primeros firmwares y tutoriales en video, Ceres permitirá realizar gestos avanzados como pellizcos, movimientos de tracción, y complejas interacciones entre pulgar e índice. Estas capacidades coinciden plenamente con lo descrito en la investigación científica presentada por Meta.
Se espera que el conjunto —gafas AR Celeste y pulsera EMG Ceres— tenga un precio de entre $1000 y $1400, posicionándolo como uno de los kits de realidad aumentada más avanzados disponibles para consumidores.
Hacia una nueva era: la computación sin pantallas
Con este desarrollo, Meta apunta a inaugurar lo que denomina la era de la “interfaz invisible”, donde las pantallas, comandos de voz y cámaras podrían volverse obsoletos. En lugar de depender de dispositivos visibles, la interacción se trasladaría al nivel neuromotor, invisible al ojo humano pero perfectamente legible por sensores EMG.
Además, en un impulso hacia la investigación abierta, Meta ha liberado más de 100 horas de grabaciones EMG para apoyar el desarrollo de tecnologías accesibles, dispositivos de asistencia y wearables de nueva generación.
¿Qué sigue?
Todos los ojos están puestos en el próximo evento Meta Connect 2025, programado para el 17 de septiembre, donde se espera el lanzamiento oficial de las gafas Celeste y la pulsera Ceres. Las preventas comenzarían en octubre, marcando un hito en la convergencia entre neurociencia, tecnología vestible e interacción aumentada.
Con Ceres, Meta no solo imagina el futuro, lo está diseñando. Y este futuro, al parecer, se controla con un simple movimiento de dedos.