Xania Monet: la voz de la inteligencia artificial que conquista las listas musicales

La voz de Xania Monet ha llegado a millones de personas en todo el mundo, aunque pocos saben que detrás de esta artista no hay un ser humano, sino una creación de inteligencia artificial. Sin embargo, la mente que dio vida a este proyecto sí es muy real.

En una entrevista reciente con CBS News, la poeta y creadora Telisha “Nikki” Jones, de 31 años y originaria de Mississippi, decidió revelar su identidad. “Quise mostrarme porque quería que la gente supiera que hay una persona real detrás de Xania. Que hay emoción y alma genuina en esas letras”, explicó a la periodista Gayle King. Para Jones, el avatar digital es “una extensión” de sí misma.

Una artista virtual que rompe récords

Xania Monet fue desarrollada a comienzos de 2025, cuando Jones comenzó a experimentar con herramientas de inteligencia artificial mientras aprendía sobre tecnología. Lo que nació como un experimento terminó convirtiéndose en un fenómeno global. Hoy, Monet cuenta con casi 160 mil seguidores en Instagram y más de 460 mil en TikTok.

Su canción “How Was I Supposed to Know?” logró ingresar en la lista Adult R&B Airplay de Billboard, una hazaña histórica para una artista virtual. El video musical —que combina imágenes reales con animación— acumula más de 349 mil vistas en YouTube. Además, ha conseguido posicionarse en otras listas de Billboard, como R&B Digital Song Sales, y ya tiene disponibles dos proyectos musicales titulados “Unfolded” y “Pieces Left Behind” en las principales plataformas de streaming.

El éxito de Monet no pasó desapercibido para la industria: según Billboard y CBS News, la artista firmó un contrato discográfico multimillonario con Hallwood Media tras una intensa puja entre sellos que buscaban representarla.

La polémica: ¿amenaza o evolución?

El auge de Xania Monet se produce en medio de un debate global sobre el papel de la inteligencia artificial en el arte. Hace apenas unas semanas, una actriz digital llamada Tilly Norwood generó gran controversia en Hollywood. El sindicato SAG-AFTRA denunció que se trataba de un personaje “creado por un programa entrenado con el trabajo de numerosos intérpretes profesionales, sin permiso ni compensación”.

A medida que más figuras generadas por IA aparecen en el panorama creativo, crecen también las voces críticas. En redes sociales, muchos usuarios han rechazado el fenómeno: “Hay muchos artistas HUMANOS que escuchar. No entiendo por qué intentan imponer a artistas de IA”, escribió un internauta. Otro fue más directo: “No escuchen a Xania Monet. #NoAI”.

Incluso celebridades del mundo de la música han expresado su preocupación. El productor Jermaine Dupri, la cantante Kehlani y la rapera Baby Tate se unieron al debate. Tate, particularmente, fue contundente en un post de Instagram:

“¡Estoy realmente desconcertada por lo que se ha convertido este mundo! La IA no es el futuro. Está arruinando nuestro futuro. Cada prompt que escribes contribuye a la degeneración de nuestro entorno”.

Para la artista, el uso de IA en la música no representa creatividad, sino una amenaza para el talento humano. “Esto no es creatividad, es codicia. Quienes carecen de verdadero talento pensarán que también merecen un lugar junto a las mentes brillantes de la industria musical”, añadió.

La defensa de su creadora

Frente a las críticas, Telisha Jones mantiene una postura firme. Explica que compone las canciones de Xania Monet utilizando una aplicación de música llamada Suno, donde introduce poemas escritos por ella misma junto con indicaciones sobre el estilo o la emoción deseada. Luego, selecciona el resultado que más le gusta.

“Cada vez que surge algo nuevo que desafía lo establecido, habrá reacciones intensas”, señaló Jones. “Yo veo la inteligencia artificial como una herramienta, un instrumento. Estamos viviendo una nueva era”.

Para algunos, Xania Monet representa el futuro de la música; para otros, una peligrosa señal de lo que la tecnología puede reemplazar. Pero, sin importar el bando, una cosa es cierta: la voz de la inteligencia artificial ya ha encontrado su lugar en las listas, y no parece dispuesta a quedarse callada.