América Latina y el Caribe frente al desafío de la informalidad y el auge de la inteligencia artificial

América Latina y el Caribe se han caracterizado históricamente por contar con uno de los mercados laborales más informales del mundo. Una parte considerable de la población activa trabaja fuera del marco de la economía formal, lo que implica la ausencia de beneficios laborales y protección social. Esta realidad afecta tanto a los trabajadores como a los pequeños negocios informales, que suelen tener acceso limitado a servicios financieros y legales, lo que a su vez dificulta su crecimiento y capacidad de atraer inversiones.

Además, los negocios informales suelen carecer del talento especializado y la escala necesaria para adoptar nuevas tecnologías, incluida la inteligencia artificial (IA). Esto los pone en una situación de desventaja frente a los cambios tecnológicos globales.

Baja exposición a la IA: una ventaja temporal

Según datos recientes, menos de la mitad de los empleos en la región estarían altamente expuestos a la inteligencia artificial. Esta proporción es considerablemente menor que la de economías avanzadas como el Reino Unido o Estados Unidos. La principal razón es la magnitud del sector informal: en América Latina y el Caribe, más de la mitad de los empleos son informales. En países como Bolivia, Perú y Honduras, esta cifra supera incluso los dos tercios, según datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT).

Esta menor exposición podría actuar como una protección frente a los impactos inmediatos de la IA en el mercado laboral. Sin embargo, también representa un obstáculo para que la región aproveche plenamente el potencial de crecimiento económico que ofrece esta tecnología.

¿Una oportunidad desperdiciada?

Un reciente documento de trabajo señala que, dentro de los empleos expuestos a la IA, aproximadamente la mitad —como los del sector salud— podrían beneficiarse con aumentos en la productividad sin pérdidas significativas de empleo. Por otro lado, sectores como los centros de atención al cliente se enfrentarían a un alto riesgo de desplazamiento laboral.

Si la región desea aprovechar los beneficios de la IA, es fundamental reducir la informalidad. La formalización permitiría que más personas accedan a los avances tecnológicos y utilicen la inteligencia artificial como una herramienta para el desarrollo y la productividad.

¿Cómo lograr la transición hacia la formalidad?

Para fomentar la transición de negocios y trabajadores al sector formal, los gobiernos pueden implementar políticas públicas que incluyan:

  • Mejor acceso al financiamiento, especialmente para nuevas empresas y emprendedores.
  • Simplificación de regulaciones, reduciendo barreras como las licencias ocupacionales excesivas.
  • Educación y capacitación continua, que prepare a los trabajadores para un entorno laboral impulsado por la IA.
  • Redes de protección social reforzadas, que acompañen la transformación del mercado laboral.

Formalizar el empleo no solo es una cuestión de justicia social, sino también una estrategia clave para lograr un crecimiento económico sostenible y equitativo en la era de la inteligencia artificial.