OpenAI prepara una herramienta de música generativa que promete revolucionar la creación sonora

OpenAI, la compañía detrás de ChatGPT y del generador de video Sora, estaría desarrollando una innovadora herramienta de música generativa capaz de crear pistas originales a partir de texto o audio. Según reporta The Information, este proyecto busca ofrecer a los creadores de contenido y músicos independientes una nueva forma de producir acompañamientos instrumentales o bandas sonoras con ayuda de la inteligencia artificial.

Aunque aún no se ha confirmado si será un producto independiente o una función integrada dentro de las plataformas existentes de OpenAI, la iniciativa apunta a ampliar el ecosistema creativo de la compañía, llevando la generación musical a un nuevo nivel de accesibilidad y personalización.

Un enfoque colaborativo y técnico avanzado

El desarrollo del proyecto —conocido provisionalmente como OpenAI Collaborative— incluye funciones de generación multivocal, mezcla asistida por IA y control detallado del estilo, tono y energía de las composiciones. Esto permitirá a los usuarios ajustar con precisión el carácter emocional de sus piezas, algo que hasta ahora requería un alto nivel de experiencia musical.

De manera interesante, OpenAI trabaja en conjunto con estudiantes del prestigioso conservatorio Juilliard. Estos pianistas colaboran anotando partituras para ayudar al modelo a comprender patrones musicales, matices emocionales y estructuras melódicas complejas. Esta colaboración humana busca garantizar que las composiciones generadas mantengan coherencia artística y expresividad, elementos que suelen perderse en producciones puramente algorítmicas.

El proyecto se construye sobre la experiencia de herramientas anteriores de la empresa, como MuseNet y Jukebox, lanzadas en años anteriores. Jukebox, presentada en 2020, permitía generar canciones completas en distintos géneros, aunque su desarrollo se detuvo. Esta nueva generación promete un control más fino, mayor calidad de audio y resultados más realistas, buscando competir directamente con las propuestas de Google y startups emergentes como Suno, que también apuestan por la música creada con IA.

Implicaciones éticas y de derechos de autor

Como toda innovación basada en inteligencia artificial, esta tecnología despierta interrogantes sobre propiedad intelectual, compensación a artistas y autenticidad creativa. Figuras como Paul McCartney han advertido sobre el riesgo de que la música generada por IA desvalorice el trabajo humano si no se establecen marcos legales sólidos.

Además, el auge de los contenidos generados por IA ya ha provocado abusos: desde estafas musicales hasta “bandas virtuales” que acumulan millones de reproducciones en plataformas como Spotify o YouTube, engañando a oyentes que creen estar escuchando a artistas reales. En un caso reciente, una canción parodia creada por IA a través de la plataforma Udio llegó al puesto número tres en las listas virales de Spotify, demostrando tanto el potencial creativo como la falta de regulación del fenómeno.

Un futuro prometedor, pero incierto

El lanzamiento de esta nueva herramienta de OpenAI representa un avance significativo en la intersección entre tecnología y arte. Por un lado, democratiza la producción musical, ofreciendo a cineastas, desarrolladores de videojuegos y músicos independientes la posibilidad de crear pistas profesionales sin grandes recursos. Por otro, plantea un desafío urgente para la industria musical: definir quién es el verdadero autor, quién posee los derechos y cómo se reparte el valor generado por estas composiciones digitales.

En definitiva, el proyecto reafirma la ambición de OpenAI por liderar la revolución creativa impulsada por la inteligencia artificial. Sin embargo, su éxito dependerá tanto de la calidad artística de sus resultados como de la capacidad de la sociedad para establecer límites éticos claros en este nuevo paisaje sonoro.