OpenAI, la compañía líder en inteligencia artificial detrás de ChatGPT, ha revelado su próxima gran meta: desarrollar un investigador de IA completamente automatizado para el año 2028. El anuncio, realizado por su CEO Sam Altman durante un evento en vivo, marca un paso decisivo hacia la era de la superinteligencia artificial y promete transformar radicalmente el mundo de la ciencia y la tecnología.
“Para mejorar la calidad de vida a largo plazo y promover el cambio en la sociedad, una IA capaz de descubrir nueva ciencia de forma autónoma —o de ayudar a las personas a hacerlo más rápido— será una de las cosas más importantes. Es algo que estamos tratando de entender profundamente”, explicó Altman.
Un camino hacia la superinteligencia
Según OpenAI, el primer gran hito de este ambicioso proyecto llegará en septiembre de 2026, cuando la compañía espera contar con un asistente de investigación interna de IA capaz de manejar tareas complejas y apoyar a científicos humanos. Dos años después, en 2028, esa tecnología evolucionará hasta convertirse en un investigador totalmente autónomo, capaz de desarrollar hipótesis, realizar experimentos virtuales y generar nuevos descubrimientos sin intervención humana.
El director científico de OpenAI, Jakub Pachocki, añadió que los sistemas de aprendizaje profundo están “a menos de una década de alcanzar la superinteligencia”. Esta afirmación refuerza la visión de que la inteligencia artificial no solo complementará el trabajo humano, sino que podría convertirse en una fuerza motriz del progreso científico en campos como la medicina, la física, la biología o la ingeniería.
De organización sin fines de lucro a corporación de beneficio público
La revelación del nuevo plan coincidió con otro anuncio histórico: OpenAI ha completado su transición de organización sin fines de lucro a corporación de beneficio público (PBC). Este cambio estructural permitirá a la empresa obtener mayor flexibilidad financiera, atraer inversión y mantener su misión de garantizar que la inteligencia artificial general (AGI) beneficie a toda la humanidad.
El brazo original sin fines de lucro conservará aproximadamente 130 mil millones de dólares en acciones dentro de la nueva estructura. Curiosamente, Sam Altman no poseerá participación alguna en la corporación de beneficio público.
Por su parte, Microsoft, principal inversor de OpenAI, mantendrá alrededor del 27% de participación, equivalente a 135 mil millones de dólares. El nuevo acuerdo entre ambas compañías extiende el acceso de Microsoft a los modelos de IA de OpenAI hasta 2032, incluso si la empresa alcanza oficialmente la AGI antes de esa fecha.
Nuevos términos y acuerdos estratégicos
OpenAI también modificó su alianza con Microsoft en la nube. La empresa se comprometió a adquirir 250 mil millones de dólares en servicios de Microsoft Azure, aunque la tecnológica de Redmond ya no tendrá exclusividad como proveedor de cómputo.
Además, se mantendrá un acuerdo de reparto de ingresos del 20% hasta que un panel independiente confirme que OpenAI ha alcanzado la AGI.
Una nueva era para la inteligencia artificial
Con esta reestructuración y sus ambiciosos planes hacia 2028, OpenAI busca posicionarse al frente de la carrera global por la superinteligencia, en un entorno donde rivales como Google, Meta y Anthropic avanzan rápidamente.
El objetivo de crear una IA científica autónoma podría revolucionar el modo en que se produce el conocimiento humano, abriendo una etapa en la que las máquinas no solo procesen información, sino que descubran nuevas leyes, teorías y soluciones por sí mismas.
Si OpenAI logra cumplir su meta, la frontera entre ciencia humana y ciencia artificial podría desaparecer, dando inicio a una nueva era en la historia de la inteligencia.
